Interiores de manzana

El plan Cerdà original para el Ensanche, muy influenciado por las tesis higienistas, contemplaba una reducción de la densidad de población en la ciudad, así como un equilibrio entre espacios públicos y privados que debía materializarse en la construcción de manzanas en las que solo se edificara en dos lados, de modo que el espacio interior quedara libre para proyectar un pequeño jardín donde los vecinos pudieran socializar.

Finalmente, el rápido crecimiento de población y los intereses inmobiliarios desvirtuaron el plan original, por lo que la mayoría de manzanas se edificaron en su totalidad. Sin embargo, desde el año 1987 el Ayuntamiento de Barcelona lleva a cabo un proyecto para la recuperación como uso público de los interiores de manzana con el objetivo de proporcionar a los ciudadanos zonas verdes y de ocio que se contemplaban en la singular trama urbana concebida por Cerdà.

En la actualidad, encontrarás jardines o espacios públicos en el interior de manzanas por todo el Ensanche barcelonés, donde podrás ver la parte posterior de casas, a menudo compuesta de galerías, así como disfrutar de un espacio de tranquilidad en plena ciudad. Los más famosos de los distintos distritos son los siguientes:

• Derecha del Ensanche: los más populares son la Torre de les Aigües, en la calle de Roger de Llúria, 56, y los jardines del Palau Robert, en el paseo de Gràcia, 107. En los jardines de Jaume Perich, ubicados en Gran Via de les Corts Catalanes, 657, encontrarás una pieza de mobiliario urbano singular, el banco Lungo Mare, diseñado por Enric Miralles y Benedetta Tagliabue.
• Nueva Izquierda del Ensanche: el barrio acoge algunos de los jardines interiores más grandes del Ensanche, como los de Ermessenda de Carcassona, en la calle del Comte d’Urgell, 145-147. Los jardines de Emma de Barcelona, ubicados en la calle del Comte Borrell, 157, todavía mantienen las antiguas palmeras del jardín de las Hermanitas de los Pobres.
• Antigua Izquierda del Ensanche: los jardines más antiguos del barrio son los de Cèsar Martinell, abiertos en 1996 en la calle de Villarroel, 60, y que diez años más tarde contaron con un segundo acceso por Gran Via de les Corts Catalanes.
• Sant Antoni: uno de los jardines más destacados del barrio es el de Tete Montoliu, en la calle de Sepúlveda, 88-92, un homenaje al mundo sensorial con distintas texturas de pavimento, múltiples colores en la vegetación y las fragancias de sus plantas aromáticas.
• Sagrada Familia: muchos de los actuales jardines interiores de manzana del barrio se ubican en los solares que antes ocupaban fábricas como la Damm, la Myrurgia o la empresa de maderas Gilabert. Destacan los jardines de Montserrat Roig, que se encuentran en la calle del Rosselló, 488.
• Fort Pienc: un ejemplo de cómo, a veces, estos espacios se transforman en punto neurálgico de la vida del vecindario es la plaza de Fort Pienc, un interior de manzana de trazado irregular donde se ubican los principales equipamientos del barrio.

¿Cómo llegar a los interiores de manzana?

Encontrarás interiores de manzana por toda la ciudad, pero un buen punto por donde empezar son las paradas de la Ruta Roja y la Ruta Azul del Barcelona Bus Turístic que te dejarán en el corazón del Ensanche, como Passeig de Gràcia – La Pedrera, Casa Batlló – Fundació Antoni Tàpies o incluso Plaça Catalunya, origen y final de las rutas Roja y Azul del Barcelona Bus Turístic.

Para los más curiosos

• ¿Sabías que...? Uno de los interiores de manzana más sorprendentes recientemente recuperado es un patio de naranjos que forma parte de las dependencias de la antigua Casa de la Misericordia, en Ciutat Vella. Hasta el 2016 era el patio de la escuela Labouré.
• Consejo del barcelonés: Los patios y jardines interiores ofrecen a la vez un refugio urbano y una visión íntima de la vida cotidiana de Barcelona. ¡Te recomendamos que reserves algo de tiempo para visitar alguno de ellos!
• Imprescindible para: Voyeurs urbanos.