Parque de Cervantes

El parque de Cervantes es testigo y escenario de la vinculación de Barcelona con las rosas. La Ciudad Condal ya organizaba concursos internacionales en el Palau Reial de Pedralbes entre los años 1929 y 1936, hasta que, a finales de los años ochenta, el parque de Cervantes, inaugurado en 1965 y dedicado a Miguel de Cervantes, autor de "El Quijote", se consolidó como espacio predilecto para el cultivo de todo tipo de variedades de rosas.

De hecho, la rosaleda de Cervantes contiene cerca de 10.000 rosales de unas 2.000 especies y variedades diferentes que, entre los meses de mayo y julio, pueden llegar a las 150.000 rosas abiertas al mismo tiempo. En el parque de Cervantes se puede realizar un circuito botánico a través de las rosas, cruzando América, Europa, Asia y Oriente Medio. También hay parterres dedicados a las especies silvestres, agrupadas según el país de origen, y otros dedicados a rosales híbridos antiguos que eran cultivados por egipcios, griegos y romanos.

Pero aparte de los rosales, el parque de Cervantes, diseñado por Lluís Riudor i Carol, que dirigió el Servicio Municipal de Parques y Jardines de Barcelona, acoge una frondosa vegetación, con grandes árboles que se elevan sobre los parterres de césped. Encontrarás olmos de Siberia, tipuanas, tilos, acacias de Constantinopla, encinas, pinos, cedros del Himalaya, cipreses, olivos, cinamomos, castaños e, incluso, algunos ejemplares de tuyas gigantes. Además, en el parque hay dos monolitos, uno dedicado al escritor y diplomático Ángel Ganivet, obra de Jaume Monràs, y otro en homenaje a Concha Espina, obra de Juan Díaz de la Campa, así como algunas esculturas destacadas, como "Rombes bessons", obra constructivista de Andreu Alfaro, "Serenitat", desnudo novecentista de Eulàlia Fàbregas de Sentmenat o "Adán", escultura clásica de Jacinto Bustos Vasallo.

¿Cómo llegar al parque de Cervantes?

Para llegar al parque de Cervantes, desde la parada Palau Reial – Pavellons Güell de la Ruta Azul del Barcelona Bus Turístic solo tienes que pasear hasta el final de la avenida Diagonal, donde ya empezarás a notar el perfume de las rosas.

Para los más curiosos

• ¿Sabías que...? Uno de los rosales de este parque, concretamente una rosa de bambú, recibe el nombre de «Solidaridad con Japón», en recuerdo de las víctimas del tsunami ocurrido el 11 de marzo del 2011 en el país asiático.
• Consejo del barcelonés: Los amplios caminos y la suavidad de la pendiente del terreno hacen de este parque un lugar muy apreciado por paseantes y deportistas, sobre todo por los ciclistas y los corredores.
• Imprescindible para: Contemplar rosas de todos los tamaños, colores y variedades.